Este Congreso internacional se
caracteriza por las diferentes disciplinas de sus asistentes, encontrándose
entre ellos figuras como la del oncólogo, el biólogo, el radiofísico y el tecnico
superior en radioterapia.
Las conclusiones a las que se llegó
en el congreso se pueden dividir en el área técnica y biológica.
Por un lado se advierte la
importancia que toma la imagen médica para posterior o paralelamente
desarrollar un tratamiento de radioterapia más eficaz, utilizando las últimas
tecnologías en imagen médica y pudiendo realizar el tratamiento de cada
paciente en particular de una forma más concreta y precisa. Los expertos no
descartan que la resonancia magnética termine por convertirse en parte de la
rutina diaria de los servicios de radioterapia,
entendemos que si esta es la realidad actual terminará siendo común que se
genere una estrecha relación profesional entre el tecnico superior en imagen para el diagnostico y el tecnico
superior en radioterapia, ambos encargados de ejecutar las
pruebas encomendadas por los facultativos, tanto las de imagen médica como las
propias de radioterapia respectivamente.
Desde el área biológica se destaca
la hipoxia como uno de los biomarcadores más destacados por su valor predictivo,
que le convierte en una herramienta importante de cara a planificar el
tratamiento, si bien es cierto que ya era conocido su impacto, solo unos pocos
centros lo tenían en cuenta en su actividad diaria.
Por último cabe comentar que la
presencia española en el Congreso fue modesta y se espera que sea mayor en
próximas ediciones, también se comentó que no somos un país puntero en Europa
en investigación sobre la radioterapia
pero tampoco nos quedamos atrás y que hay países con menos recursos y mayores
avances en este área.
No obstante en áreas concretas como
braquiterapia, radioterapia intraoperatoria o SBRT si contamos con un
reconocimiento internacional.